martes, 19 de abril de 2016

Sevilla 2016



Ha terminado la feria de Sevilla. No he visto los rejones. He estado dos veces en la Plaza, Torrestrella y Victorino. Las demás las he visto ( o dormido) en la Tele de Molés y los suyos. Por cierto, la única forma de enterarse de los brindis es con la Tele y a veces es lo único entretenido de la tarde.

Los Toros de Torrestrella no fueron tan tontones como las habituales y Miguel Ángel Delgado se mostró buen torero, dado lo poco que torea. Los Toros y Pepe Moral me llevaron a Sevilla. No me mereció la pena, pese a la estocada que le valió una oreja. Esperaba más. Deseo que el cambio de apoderado no se le haya subido a la cabeza. También Javier Jiménez cortó una oreja de las de la Sevilla de hoy. Como soy muy facilón, en especial con los toreros que luchan, no me molestan las orejas por si le valen para algo.

Tres Toros desechados.


Pepe Moral contento con su oreja. (Poco público).

Y Jiménez con la suya.


 No recuerdo grandes cosas (o ninguna que valga exponerla) en las corridas de Las Ramblas, El Pilar y Juan Pedro. Detalles bonitos con la capa de Morante. Como dice Rajoy, todo mentira salvo alguna cosa.

Los de Daniel Ruiz merecieron mas, pero Cid, Mora y Luque no estaban por la labor (o para esos trotes). La de Jandilla un tostón con tres figuras. (Urdiales salte de ese sitio).

Luego hablaremos de la de Victorino. Las dos chochonas de Núñez del Cuvillo, dejaron hacer cosas. Bonita faena de Morante en su último Toro (pero que no me lo comparen con Curro o Paula). Enrabietado Juli al ver como Roca Rey le hacía quites en sus Toros. Agradecer el irse a portagayola sin tener necesidad. El peruano tiene un valor a prueba de Toros (podría probar con alguno). Improvisa y hace pasar a los Toros de forma inverosímil.

Lo del Sábado es de traca y conste que mi sensiblería hace que me alegre de la inmerecida puerta del Príncipe de Padilla. Ver al público pedir la oreja para Fandi en el sexto es de vergüenza ajena. El mismo torero se avergonzaba de la estocada (no suele pasarle eso). Fuente Ymbro no levanta cabeza.

La de Miura no me durmió ( y la vi aunque entró en competencia con el Atlético de Madrid- Granada). Rafaelillo está cada vez mas seguro con ellos y le funcionó la espada. Muy emotiva la presencia de Castaño y me extrañó el mitin de Marco Galán en banderillas.

La suerte de varas casi como en Granada (es decir nada). El público de Sevilla aplaudió el no picar. Lamentable ver a los picadores con la vara cogida cual caña de pescar. Algunas cayeron en su sitio (mas o menos) al lanzarla para pescar. Y por ello han dado premios.  
VICTORINO.
Buena entrada, sin lleno en farolillos...
















Lo  primero: estuve a gusto. El tipo de los Victorinos de ahora no es el de siempre. (Mas grandones). En comparación con las demás corridas que nos den muchas de estas. Insisto, como soy muy "torerista", me alegro de las dos orejas de Paco Ureña. El torero mas sincero de la feria. El único (casi) que intenta torear de frente (y lo hace). La espada quedó desprendida, aunque a su favor hay que decir que no le tapa la cara al Toro como hacen casi todos. En otro tiempo, no muy lejano, con una oreja habría sobrado, pero... La histeria colectiva de la tarde había empezado. El público estaba dispuesto a salir de allí como protagonista de una gran tarde. Creo que ese tercer Toro, "Galapagueña" (será la Madre)  fue mejor en conjunto que  "Cobradiezmos".

Paco Ureña con sus orejas.





















Al indultado, lo recibió muy bien Escribano. El Toro se lo quería comer y el torero no se dejó. En la primera vara lo metieron debajo del picador. A la segunda vara tardó en ir. Escarbó. Nadie tenía en la mente que pudiera ser indultado. Ni siquiera el Toro, que hizo una pelea en esa segunda vara bastante vulgar. Lo que si hizo el Toro es acudir al caballo con una fiereza a la  que no estamos acostumrados. Esa fiereza puso al público en guardia. Creo que no se atrevieron a ponerlo al caballo otra vez por lo que pudiera pasar. Escribano banderilleó con vulgaridad y con mucho valor en el cambio con violín. El Toro galopó que daba gusto verlo. Ahí empezó a decirle a la gente que podrían ser los testigos de una tarde histórica. Con la muleta hacía surcos en la arena (con mucha mas fiereza que los Garcigrandes amigo Rafa). Se caía de vez en cuando y resulta difícil asegurar si era por la codicia con la que acudía a la muleta o por resbalarse o por que le faltaba fuerza. 
Cuando el torero se fue a por la espada, se armó el lío. ¡No lo mates! dijo uno y se contagió una buena parte de la Plaza. Los, antes, exigentes tendidos que están debajo de la presidencia, se contagiaron y también lo pidieron. El Presidente (mas taurino que defensor de los intereses del público o de la fiesta) no dudó en sacar el pañuelo naranja. Tuvo, junto a Victorino, Escribano y el público, su momento de gloria muy repartido entre muchos. En otro tiempo, no muy lejano, una victoriosa vuelta al ruedo habría sido lo suyo. Pero como soy tan sensiblero, me alegré de la histeria colectiva que consiguió con el indulto darle en los morros a los antitaurinos.
La apoteosis final.















Y es que los puñeteros antitaurinos, entre lo que se oponen, lo que no se les pone en su sitio y estas raras venganzas del público indultando Toros para que vean lo buenos que somos, van a terminar con esta Fiesta que llevo amando desde niño. Espero no verlo y temo por mi colección de revistas, vídeos, dvd's, libros, programas, entradas... y mucho mas temo por si vienen los de Podemos (o los del Psoe o cualquiera otros) a registrar mi casa por si no los he quemado. 
Se me olvidaba: Disfruté con el Toro indultado, me emocionó su forma de embestir.
Lo peor la estocada (no hubo, cuando Escribano fue a simularla ya estaban los cabestros en la Plaza). No se pidieron trofeos para el torero. El mayoral no salió a hombros con los toreros. 
Morenito no tuvo su tarde aunque hizo un buen quite. 
Una pregunta: ¿No sería Escribano un poco indultado?.