
Siempre se ha dicho: donde está el Toro está la corrida. Por ello siempre hay que estar pendiente de él. No es fácil seguir una corrida. Además de no perder al Toro, hay que saber en cada momento como están colocados los lidiadores. Y encima hay que valorar como ejecuta las suertes el Matador de turno. Al llegar a la estocada, es mejor que uno mire la mano izquierda (que es la que mata, salvo zurdos, que los hay) y tu compañero de localidad, si es fiable, que mire la derecha, tras haberse fijado en la ejecución, que la colocación se puede mirar con retraso. En los nuevos tiempos hay que estar atentos al matador por si tapa la cara del Toro...
Y dicen que va uno a los Toros a divertirse...
Las fotos corresponden a unos artículos que en 1954 y 1955 publicó AREVA en capítulos en El Ruedo. En estos trata de enseñar los distintos estados del TORO a lo largo de la lidia, que incluso bien llevada no impide que cambie su comportamiento mientras dura la faena y desde que sale de chiqueros.