Independientemente del lugar que ocuparon en el toreo, hay toreros que poseen una fuerte personalidad en su modo de torear.
Por lo general suelen ser de los denominados "de arte", aunque no es imprescindible. Puede que no hayan alcanzados grandes triunfos, ni hayan toreado muchas corridas cada temporada, pero quedan en la mente.
El que pongo aquí es, para mi, uno de ellos. La foto es de 1991 y aunque lo vi torear en mas de una ocasión, me habría sido suficiente con verlo una vez para reconocerlo.
Me he encontrado con la foto y por sus ademanes no he necesitado leer su nombre. La primera vez que lo vi fue en Motril (Granada) y recuerdo que dio una vuelta al ruedo que nadie había pedido. Él interpretó que debía hacerlo y contra viento y marea la dio. Eso no empaña su personalísima forma de torear.