lunes, 30 de julio de 2012

CURRO...








No hay ningún motivo especial. Los nostálgicos entenderán que me lo pida el cuerpo. Entre lo que se ve en las Plazas (con muy honrosas excepciones) o en TV y lo que se lee en algunos sitios, a mi me relaja recordar el Toreo de Curro (de siempre).

11 comentarios:

Juan Arolas dijo...

Qué bendita naturalidad, las piernas con sus compás abierto lo justo. Y luego la posición de las mismas. La de la mano que torea, ligeramente adelantada no se esconde atrás. Y aunque se le ha dado mucha importancia a esa patita, no menos la tiene la otra totalmente agarrada al piso. Para mí esa pata le otorga si cabe más pureza a la suerte, pues estás más a favor del toro, no juegas con el artificio de alargarte levantando la zapatilla y torearlo en linea recta.

Todo lo contrario de lo que se hace hoy en día. No me extraña que con lo buen aficionado que es usted, se tenga que redimir de vez en cuando en las fotografías de estos toreros...

Un saludo.

fabad dijo...

Gracias Juan por pasar por aquí. Estamos de acuerdo en casi todo (lo de buen aficionado es un título que nunca se consigue). En la naturalidad y verdad de ese toreo está el espejo en el que mirar para ver que los artificios de hoy: pierna levantada, brazo estirado "para alargar" el muletazo, pierna retrasada "para dar ventaja" al Toro y otras lindezas que hoy se cantan hacen que uno se vuelva añorante...
Saludos.

Antonio Díaz dijo...

Paco, he echado de menos las historias que nos traéis todos los años en este blog sobre Céret de Toros. No sé si este año no habéis podido subir o simplemente no ha habido tiempo ni lugar para contarlo. Lo de Robleño, por lo visto en las imágenes, debió de ser muy gordo.

Sobre Curro, sólo decir que se ha quedado en la retina como un torero -el torero por excelencia- del arte y que se ha olvidado quizás injustamente, que su capotillo y su muletilla tenían mucho más dominio y poder del que se le presupone a un artista un tanto temeroso. La foto lo ilustra bien, obligando y mandando, sin ventajismos, en el toro -con sus puntas-. Un amigo mío me dice que la muleta de Curro era un "látigo de seda". No anda mal encaminado.

Un saludo

Xavier González Fisher dijo...

Paco: Primero, bienvenido de regreso. Ya te echábamos de menos por aquí. Después, torería es lo que hay en lo que nos presentas este día, un "activo" muy escaso en estos tiempos que corren y que vale la pena mirar y re - mirar, leer y releer para que no se nos olvide lo que debe ser y nunca debió cambiar.

Un abrazo.

fabad dijo...

Antonio, al que se le echa de menos es a ti. Tus grandiosos esceitos son NECESARIOS.
Creo que Curro ha sido una necesidad para el Toreo. Sus irregularidades, se justifican por su GRANDEZA. Es imposible torear siemore como él lo hacía. Yo siempre he sido MUY TORERISTA y no me resisto a ello.

fabad dijo...

Xavier, es posiblemente lo que mas se echa de menos: TORERÍA.
Estos días estoy que voy que vengo a la playa. Allí me resulta mas difícil mantener el blog. Si le añadimos que estoy pasando una época de "descaste taurino", se justifica mi escasa actividad.
Sigo, eso si, puntualmente La Aldea de Tauro.
Un abrazo.

Enrique Martín dijo...

Fabad:
¿Hay qué explicar el por qué se pone a Curro cuando a uno le apetece? Tendríamos que pedir perdón por no ponerlo todos los días. Lo ves y solo ase puede decir ¡Olé! o ¡Torero! Aunque yo nunca se lo dije, la voz solo me daba para soltar exclamaciones sin sentido, dando saltos y echándome las manos a la cabeza. Y mira que se sabía que era un genio, pero siempre era increíble. Si será grande, que un nombre tan habitual como el de Curro, al oírlo, todo el mundo entiende que se refiere a uno de los más grandes de la historia.
Un abrazo y gracias por volver y por conseguir traernos de nuevo a Antonio Díaz

fabad dijo...

Enrique, la Aldea y la Grada del seis (por supuesto que no sois lo únicos, pero sois fijos) me permiten no olvidarme de este mi vicio, tan a gala mantenido.
Llevas razón, el que aparezca Antonio, si que es una necesidad.
Por supuesto que todos lo entendemos y no necesita decir que tiene mucho trabajo.
De Curro ¿que te voy a decir?. Me alegro enormemente de coincidir con vosotros.

Xavier González Fisher dijo...

Paco: Me honras con eso de la "fijeza" y sí, voy con Enrique en eso de que hayas conseguido hacer que Antoñito haya "entrado al trapo"... también hace tiempo que no se deja ver por estos andurriales. Espero que después de veranear ambos, se pongan "manos a la obra"...

Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Curro no se explica, se siente y será inolvidable

fabad dijo...

Así lo entiendo yo.