viernes, 21 de enero de 2011

Cuadri en Madrid 1968




La ausencia del TORO no es cosa de hoy. Es una constante en la Fiesta. Y cuando sale, mucha gente se emociona. En 1968 se emocionaba incluso la crítica. Hoy dicen que ese Toro "torista" no permite hacer lo que uno desea expresar: "Mi objetivo y mis sentimientos delante del toro son los de conseguir momentos muy grandes artísticamente y muy especiales y a mi humilde entender, no se puede hacer con esos toros toristas* a los que ya me he enfrentado." (Castella).
La crítica (alguna crítica) dice que no caben en la muleta...(Madrid, creo que 1 de Septiembre de 1968).

3 comentarios:

"dejabugoyoros" dijo...

PUES SI SEÑOR...El TORO. con mayúsculas, así es, ayer, saludando a un antiguo banderillero, profesor de escuela taurina, (en la que estuvo un hijo mío como alumno) amigo o conocido de más de treinta años, cuando el hacia sus pinitos yendo de capa, parecía no gustarle mi reiterada opinión contraria a las escuelas, de las que tendrían que salir preparados para lo que salga por los chiqueros.... Como pasó a cierto novillero en la pasada temporada de las Ventas, que no pudo con un barrabás en utrero? Comentaba este profesor que ese ganado no se le podía hacer nada bonito?...Al que conteste que de bonito nada, todo bien hecho y con contundencia, lidiando como los hombres machos, nada de mariconadas del espejo, que tanto se lleva ahora, hay que dejar claro que esto de ser torero no es cosa de cualquiera....Vamos digo yo!...

fabad dijo...

Siempre se me ha tachado de "torerista" (con razón). Lo que ocurre es que cada vez hay menos TORO y va perdiendo importancia lo que hacen mis "ídolos", que a su vez cada vez lo son menos debido a la falta de pureza y verdad en el TOREAR.

pepe m. dijo...

Hoy se preocupan los coletudos y los cantan y cuentan los palabreros de hacerle a los bóvidos cositas que la mayoría de las veces no pasan de ser posturas, incluso en ocasiones amaneramientos, ¿es eso arte?, nada más lejos de torear. Los momentos grandes artísticamente son su objetivo y sentimientos delante del toro, según Castella. Pues bien, a ese toro torista al que hace mención, se le puede hacer lo que a cualquier otro, ¿Qué es el arte de torear?. Entérense de una vez, aficionados y toreros, el arte se produce en una plaza cuando un torero es capaz de ver un toro (torista o morucho), entenderlo y lidiarlo. Además de decirle a los peones que paren el toro, lo corran a dos y a una mano, viendo así los defectos y las virtudes. Una vez visto todo lo que el toro diga en su comportamiento, torearlo, si se puede, y si no, machetearlo o doblarse con el. Asi que dejemonos de cuentos, el aficionado debe ver toro y torero. Torista y torerista, una falacia como tantas, o se es, o no se es aficionado. Que no nos confundan con los japoneses en la entrada de las plazas, que todos son iguales.