En la corrida del montepío de 1958, los Toros no fueron de la mano de cada matador, como en la prensa de ultimamente. Eran seis bonitos de Barcial. El juego que dieron después no fue ejemplar pero hubo alguno que embistió y Murillo estuvo bien con él. D. Antonio estuvo como era habitual en él. Le pudo a la corrida.
El homenaje es para el recuerdo de los barciales...
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2 comentarios:
Paco: Se le atribuye a varios ganaderos la expresión aquella de "los toros no tienen palabra de honor", aquí en México dicen que es de don Antonio Llaguno.
Lo que veo al pie del anuncio, es que al menos, había honor entre los que peinaban coleta esos días, pues dicen que todos actuaron gratis y eso hogaño es altamente cuestionable, pues por la forma en la que las corridas de beneficencia se dan, anunciadas entre las ferias, es probable que su "precio" quede prorrateado entre "el tanto" de la feria completa.
Y también veo al hoy empresario Pablo Lozano, que cuando torero, vivió un tiempo aquí entre nosotros y toreó en nuestra plaza de San Marcos y convenció de ir para allá a un torero de aquí, Jesús Delgadillo "El Estudiante", que después hizo una larga carrera.
Y aún más, se casó con una mexicana, de San Luis Potosí y me atrevo a asegurar que Fernando su hijo, nació aquí en México, también en la tierra de Fermín Rivera.
Interesantes tiempos aquellos, en los que los toreros se auxiliaban entre sí, sin necesidad de "G-7, 8, 9" o lo que sea, en los que tenían una sola Asociación para representarse y ayudarse y en los que la fiesta era un orgullo de los pueblos hispánicos.
Saludos.
Pues si Xavier, no es cierto eso de... "cualquier tiempo pasado fue mejor", pero algunas cosas si lo eran. Existían los patas blancas de Barcial y los toreros se ayudaban unos a otros...
Creo que Fernando Lozano, efectivamente, es mexicano de nacimiento.
Lo mas importante, por entonces, nadie ponía en duda la Fiesta. Había menos espectáculos, menos Toreros pero eran mas deseados.
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