En 1950, Areva escribía este artículo sobre ganaderías centenarias. Han pasado 60 años desde entonces. Afortunadamente no han desaparecido aunque corren distinta suerte.
¿Serán capaces los animalistas de hacer desaparecer esa joya de la genética que es el Toro Bravo con sus distintos encastes?.
2 comentarios:
Paco: Curiosamente sacas esta entrada a los dos o tres días del óbito de doña Manuela Agustina López Flores, que junto con los Miura, era la única que tenía a estas calendas, la titularidad de la ganadería reseñada por Areva hace 60 años.
Me llama la atención ver allí a una de las "Señoritas de Terrones", que entiendo fueron unos conspicuos personajes del campo salmantino y ver ganaderías irremisiblemente perdidas como la de Aleas, Pérez de la Concha o las de los de Anastasio Martín y Martín Carmona, aunque los hierros anden por allí dando lástima con los "toros artistas" del monoencaste.
El de María Sánchez de Terrones creo que es de unos franceses, el de su hermano fue de El Viti o de sus cuñados y del de don Félix Gómez no recuerdo su final, pero criaba unos pavos serios.
Un abrazo.
Tu amplia cultura taurina se demuestra en todas las entradas. No quise hacer mención específica de Dª Mª Agustina, recientemente fallecida, pues su gandería permanece. Peor suerte han corrido otras.
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