viernes, 9 de septiembre de 2011

Los vestidos de los becerristas...



En 1954 se inauguró en Orán una Plaza de Toros. Ya vino a esta ventana:
Por entonces funcionaba en la ciudad argelina una Escuela Taurina. Un chaval de 15 años, Michel López toreó el 20 de Enero de 1957, sin picadores en Orán su segunda novillada.
La estrecha relación de Orán con Alicante, justifica la presencia en el cartel de Rafael Cantó y de Rafael Gregori (que aquí no se anunciaba como Rafelet), novilleros alicantinos que tuvieron cierto cartel y que torearon con picadores. De Navarrito no tengo recuerdo y Emilio González Garzón (4 novilladas con picadores en 1957), tuvo cartel en 1957 toreando bastante en Vistalegre. (Tenía un hermano también novillero, José luís González Garzón).
Pero lo que quería notar, no era la existencia de la plaza de Orán (que me parece muy importante), ni el triunfo del novillero de Orán, ni la nostalgia que me trae el ver que recuerdo a esos modestos novilleros...
Lo que quería resaltar es el vestido del novillero. Yo preferiría que los novilleros sin picadores de hoy vistieran peor y torearan con las ganas que lo hacían entonces o como lo ha hecho el becerrista de Aguascalientes (México), Leo Valadéz en el Concurso de Escuelas Taurinas que se celebró en Valdelechas, hace unos días y que ofreció telemolés.

4 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Paco: Veo que sigues trayendo "la mosca en la oreja" con Leo Valadéz, mi paisano. Ojalá se logre el chico, que desde sus días de niño en la Academia Taurina Municipal de aquí, se le veían "espolones de gallo".

Y en cuanto a la Plaza de Orán. Sigue en pie, aunque no se use. Acabo de darme un paseíto por googlemaps y me encontré con esto:

http://tinyurl.com/3k9oalk

Allí la podrás ver desde las alturas.

Saludos.

fabad dijo...

Ese niño dará que hablar.
La pena de la Plaza, es que no se use como ocurre con la de Tánger (Marruecos). Había otra en Casablanca.

Enrique Martín dijo...

Fabad:
Habrá que pasarse por el enlace de Xavier. Sobre lo de los novilleros y becerristas, lo de los vestidos y los ademanes me lleva llamando la atención hace mucho tiempo. Van como pinceles, como si tuvieran varios ternos por temporada, se meten al callejón y entregan el capote y la muleta como si un marqués entregara capa y chistera, para pasearse con aires de mandón por el callejón, actúan como poseedores de media Salamanca en fincas, y lo peor es que dentro del ruedo su actitud es la misma.
Un saludo

fabad dijo...

Enrique no es que yo quiera (tu tampoco) que vayan vestidos como en los años cincuenta. Pero la altanería de hoy, lamentablemente, influye en su actitud ante el Toro (o becerro) y en el respeto debido a la profesión.
Saludos.
Por cierto, hoy podremos ver al "hidrocálido" como dicen los revisteros de por aquí. A ver si nos confirma los buenos principios.