Hay toreros de carreras pintorescas. José Mediavilla y Liñán es uno de ellos. Fue seminarista, se licenció en Filosofía y Letras, Catedrático de Instituto, Pelotari, Novillero, de nuevo enseñante y después Político... Hay gente a la que le da tiempo a vivir mas de una vida.
El Cossío, le dedica mas de una columna en la página 581 del Tomo III. (Por cierto, que lo que viene en el artículo publicado por José Simón y Valdivieso en El Ruedo en 1945, aporta poco a lo que dijo D. José María).
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2 comentarios:
Fadab:
Igual esas personalidades ayudaron a mitificar la figura del torero. Personas que dejaron o combinaron actividades con las que tenían hasta prestigio, para coger espada y muleta y ponerse delante de un toro.
Hasta eso se echa de menos. Hoy como mucho tenemos un campeón de esquí, que casi mejor que no se hubiera dedicado al toro.
Un saludo
Enrique, no seas malo. Puede que con el paso del tiempo "un bloguero aburrido" le dedique un post por sus saltos blancos y de los otros..
Otro saludo.
Paco.
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