En los años 60 hubo algún intento de salir de la rutina. No le gustó a los jefes (figuras). Andrés Vázquez quiso dar oportunidad a su banderillero Mario Coelho de lucir su maestría banderilleando, alternando con él en el segundo tercio. Se revolucionó el gallinero y le cortaron las alas al de Villalpando.
Precisamente, Enrique ha publicado hoy una entrada http://torosgradaseis.blogspot.com.es/2012/10/toreros-de-siempre-y-de-entonces-ii.html en la que recuerda la calidad de Coelho.
1 comentario:
Paco:
Qué gran banderillero era el portugués. Parece ser que ya entonces se quería buscar una absurda estandarización, controlando todo lo que pudiera salirse de la norma.
Un saludo
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