sábado, 31 de octubre de 2009

¿Política en los Toros?



Siempre se ha dicho que la Fiesta de los Toros es la mas democrática, por aquello de que el pueblo es el que decide los trofeos... ¡Ja!.
Las corridas se han utilizado con fines políticos en todas las épocas y si no que se lo digan al País Vasco donde acudía habitualmente Franco a las corridas de la Semana Grande de San Sebastián a darse baños de multitudes.
Y si no la tradicional y famosa "corrida de la liberación" de Bilbao que se estuvo celebrando hasta la llegada de la democracia. Hoy se festeja la Fundación de Bilbao.
Ejemplos de politización durante la guerra Civil hubo a puñados.
Por cierto que muchos toreros de los que presumían de, digamos liberales, bien que le bailaban el agua a Franco cuando los invitaba a subir al palco. Claro que hay que reconocer que en aquellos tiempos (y otros posteriores) no era fácil "oponerse".
En esta ocasión la corrida se celebró en 1950 con Ángel Peralta, , Parrita , Manolo González, Manolo dos Santos y un espontáneo que dio la vuelta al ruedo. Toros de Sánchez Cobaleda. (Ya no queda de eso).
Nota: No he querido mejorar la foto. Así es suficiente.

2 comentarios:

Retablo de la Vida Antigua dijo...

¿Cuántos grandes mítines se han celebrado en plazas de toros?. Creo que los ruedos se convierten, también en este caso, en un espacio simbólico de la vida española. Me vienen a la memoria grandes discursos en cosos taurinos: Antonio Maura, Alcalá Zamora, Lerroux...Y casi todos las primeras figuras políticas de cien años a esta parte. Después vinieron los estadios (Azaña en Mestalla, por ejemplo).

Un torero que estuvo muy interesado por la política fue Domingo Ortega. Así lo recuerda César Jalón en los días de la II República. Creo que, al menos en algún momento, estuvo muy cercano a las posiciones de Gil Robles.

Un cordial saludo.

fabad dijo...

En Granada, hay un claro ejemplo de que los toreros, como personas que son, tienen un componente político.
Los banderilleros enterrados con Lorca no creo que fueran franquistas y por eso están allí.
Usar los cosos como centros políticos es razonable.
Desde el poder, usar la corrida de Toros como medio de propaganda política, parece menos loable...
Un saludo cordial.