Los fraudes, tan frecuentes en esta Fiesta Brava, hace que se nos olvide que la grandeza del toreo está en que hay riesgo de verdad.
En Abril de 1972, en la plaza de San Sebastián de los Reyes, Julián López "El Juli", Padre del actual, sufrió un palotazo, no se si con una banderilla o con el pitón, que certeramente, le volvió el globo ocular, perdiendo la vista del ojo derecho y posiblemente la carrera que iniciaba.
2 comentarios:
Es verdad. En los tauromquia puede ocurrir -y así suele venir- una grave lesión; en cualquier plaza, en cualquier momento de cualquier suerte... a cualquier torero. A veces hasta morir. Por cierto, ¿salvó el ojo lesionado?
// A decir por la foto, el parecido entre Juli padre e hijo es interesante, e indudable. // Torotino
Tuvo ilusión en que así fuera pero creo que no. Subo otra foto cuando se recuperaba el torero.
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