martes, 28 de junio de 2011

¿UNA FERIA TRIUNFALISTA? ¡NOO...!


Según la prensa local de Granada, la recien terminada Feria del Corpus ha sido triunfal: se han cortado 52 orejas y se han producido 19 salidas por la puerta grande en un total de siete "festejos" y una corrida de toros. Si leeis a Frascuelo sabreis cual ha sido.
El mismo medio la califica como triunfalista, y con eso no puedo estar de acuerdo, pues no se cortado ningún rabo, y lo que es peor ¡no se ha indultado ningún animal!. Estuvimos a punto de lograrlo con un becerro en la novillada sin picadores, pero una escrupulosa presidenta, aplicando el artículo 60 del reglamento andaluz, no atendió la petición del público.

Los profesionales del toro, en sus declaraciones a los diversos medios, nos califican como un público con "sensibilidad" para apreciar el arte y al que gusta el toro en su tipo (¡nada de mastodontes!), de manera que vienen a Granada como "el que viene a ver a la novia". En definitiva que somos "muy buenos aficionados".
Para aquellos que aún no tienen claro lo que eso significa, si es que alguno de ellos lee este blog, les reproduzco una canción popular que aparece en la página 218 del Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos de Luis Nieto Manjón:

El toreo es una familia
donde el espada es el padre,
los hijos son la cuadrilla
y el apoderado la madre.
El empresario es la suegra
y el mozo de espadas, el tio,
y para que nada falle
el aficionado es el primo.




¡Efectivamente, hemos demostrado ser buenos y grandes aficionados!

Pagano

lunes, 27 de junio de 2011

Desde la talanquera. Corpus 2011. 26-6-2011

Cuando hay Toros, la puerta grande se atasca.

¡Solo uno en hombros! (fabad). Lo importante es la crónica de Frascuelo.

Granada. Pongamos que media plaza. Menos calor, al menos, tarde mucho menos soporífera.

6 Toros de Victorino Martín. Presentación en el tipo de la casa, con la lógica preponderancia de la procedencia Saltillo en cinco Toros, en las hechuras y en el juego: pitones hacia arriba, veletos, incluso alguno cornipaso, degollados. Quinto con clara influencia Ibarreña. Corrida pareja, entre 508 y 548 kgs. Casi todos aplaudidos de salida. De juego, baste mencionar que casi todos los Toros son aplaudidos en el arrastre, y ni los toreros ni el público se aburrió. Juego variado, interesante, encastado y con el peligro del Toro bravo; nada que ver con la tonta del bote habitual. Estos Toros no echan a la gente de las plazas. Se notan los cinco años (todos cinqueños), desarrollan sentido mostrando que la lidia de un Toro bravo debe ser más breve (cuando se alarga, algo es mentira).

Toros:


El 1º de Victorino.

Primero. Toro cárdeno, bajo, playero, 548 kgs. Cinqueño. Aplaudido de salida. Derrota (se lleva en el pitón una astilla, parece que ésta es del burladero). Muy suelto, pierde las manos en el saludo. Aunque es tardo para acudir al caballo, mete los riñones y aprieta con fijeza a media altura. Sale del caballo arrastrando el hocico por el suelo. Segundo puyazo en la base del morrillo, “rectificando” el caballista hacia atrás (al parecer, “acertó” por error). Aprieta con un pitón. Sale más parado y reservón, espera en banderillas. Muy complicado por el pitón izquierdo, bastante menos por el derecho, aunque como es habitual en la casa se revuelve muy pronto. Cuando es arrastrado nos quedamos con la sensación de que no hemos podido verlo del todo. Muere de un metisaca, 4 pinchazos (suerte natural y contraria indistintamente) y un descabello.

A Padilla también lo hemos colocado.
Segundo. Toro cárdeno, bajo, largo, algo montado, vareado, muy veleto y asaltillado, las puntas hacia arriba. El más serio y ofensivo. 516 kgs. Cinqueño. De salida embiste con todo, hasta con el rabo, con codicia, quiere comerse los engaños. En el caballo, aprieta con la cara alta en el primer puyazo (trasero), bajando más la cara en el segundo (también trasero). Sale andando. Aunque también se nos quedan muchas cosas por ver de este Toro, tiene importancia estar en la cara. En la parte final de la faena, se va quedando más corto en los muletazos sueltos, sobre todo por el pitón izquierdo, aunque quizás sea el Toro más interesante de la tarde. Muere de dos pinchazos y un bajonazo en la suerte natural.


La vara al 2º.

Tercero. Toro cárdeno claro, ensillado, cornicorto, abierto de pitones y cornipaso. 508 kgs. Cinqueño. Aprieta con fijeza a media altura y cabecea en el caballo. Suelto en la (desordenada) lidia, pegajoso en los capotes, no se deja banderillear con facilidad. Le dan sitio en la faena de muleta, aunque busca desde el segundo muletazo. Listo, con sentido, complicado y con peligro, sabe lo que se deja. Muere de un pinchazo y un estoconazo muy ligeramente desprendido.


El 3º. Robleño estuvo valiente.

Cuarto. Toro cárdeno, cornicorto, asaltillado, más anovillado. 546 kgs. Cinqueño. Busca al caballo nada más salir éste por la puerta y derriba, muy suelto, mansea en los 6 encuentros con los caballos, con complicaciones, cuesta picarlo en una lidia desastrosa. Muy por encima del torero en el tercio de banderillas y en el de muleta. Desarrolla genio en el último tercio, es un manso encastado al que no le pueden. Muere de un pinchazo y un golletazo en la suerte natural en la puerta de chiqueros.


Padilla no quiso saber nada con el cuarto.
Quinto. Toro negro entrepelado, acapachado, largo, hondo, con badana, lomo más recto y más rematado por detrás. Claramente ibarreño. 553 kgs. Cinqueño. Tardan mucho en sacarlo del chiquero. Aprieta con fijeza en un único puyazo trasero. Aunque tardan en bajarle la mano, trae un cortijo en el pitón izquierdo, mete la cara de escándalo y embiste a cámara lenta. Se queda más corto al final de la faena, pegándole un revolcón al torero. Muere de una estocada entera muy caída.

El 5º. Fuera del tipo de la casa.

Sexto. Toro cárdeno, ensillado, abierto de pitones, playero. 539 kgs. Cinqueño. Algo escobillado del pitón izquierdo, antes incluso del derrote. Aprieta con un pitón en el caballo, con la cara alta, aunque con fijeza. Reservón en el segundo tercio. Serio, con peligro e interés en el último tercio, emocionante sobre todo cuando se le somete y se le baja la mano por el pitón izquierdo. Parado y con peligro por el pitón derecho. Al final de la faena va desarrollando más sentido y peligro, sacándole los muletazos uno a uno, metido el torero entre los pitones (hay arrimones, y arrimones de verdad, emoción y peligro). Muere de dos pinchazos y estocada entera desprendida en la suerte natural, bien ejecutada la suerte.


Saavedra toreó con el caballo.

Matadores:
Juan José Padilla.
En su primero, aunque nos queda mucho por descubrir, intenta justificarse. Desbordado por el manso encastado que hace cuarto, llega a encararse con el público cuando se le reprocha la pésima lidia y el tercio de banderillas. Pitos cuando abandona la plaza. Mala ejecución de la suerte suprema en los dos.
Antonio Ferrera
Aunque parece que nos quedan cosas por ver del primero cuando es arrastrado, al que no ha sometido ni bajado la mano, muestra su disposición en el quinto y le puede, aunque no saca todo lo que éste traía. Expone mucho en algún par de banderillas, pero no mata bien a ninguno. Una oreja del quinto.
Fernando Robleño
Merecida salida a hombros tras cortar una oreja (de verdad) a cada Toro. Lote complicado. El más dispuesto, y el que más expone en ambas faenas. Se mete y se pelea con sus dos Toros, los cuales desarrollan sentido y peligro ambos. La lidia en sentido literal (batalla, lucha, pelea…). Mete en el canasto a su primero, mostrándolo con un desplante de verdad, de ley. Faena emotiva también al último, al que termina arrancando los muletazos uno a uno. Aunque pincha a sus dos Toros, ejecuta bien la suerte suprema, dando el toque abajo
Bien la cuadrilla de Robleño en el sexto. Termina la feria con una corrida de Toros.
Frascuelo de Churriana

domingo, 26 de junio de 2011

Desde la talanquera. Corpus 2011. 25-6-2011


5º de Zalduendo

¡Con qué poco nos conformamos!

Granada. Bastante más de media entrada, aunque sin llegar a los tres cuartos de plaza. Tarde muy calurosa.

6 Toros de Buenavista. Corrida desigual, aunque en general tuvieron bastante más cuajo que los de los días anteriores. No se puede decir lo mismo de las defensas, ya que como es habitual, en este sentido la presentación puede calificarse como de deficiente. En lo que se refiere al juego, hay que señalar que el comportamiento fue variado, de interés para el aficionado, saliendo algunos con casta y con genio, aunque también alguno muy desrazado (1º). Algunos sirvieron para los toreros, y como además tenían emoción, llegaban al público (2º y 4º). Algún otro, como el bravucón y “bruto” 6º, por encima de su lidiador, que no supo o no pudo lidiarlo adecuadamente. El remiendo de Zalduendo (5º) desentonaba totalmente.

Toros:

Primero. Toro negro burraco, listón, bajo, lomo recto, acapachado. 503 kgs. De salida, se desentiende de los cites, suelto, sin emplearse (es más protestado por su mansedumbre que por su invalidez), con la cara alta. En el caballo quiere quitarse el palo, con la cara arriba, sale barbeando tablas hasta el caballo que guarda la puerta, le pega un arreón (de manso), y parte el palo. Un mansurrón durante toda la lidia, que no quiere pelea, se raja y busca la huida antes del comienzo de la faena de muleta (intenta saltar al callejón después de los tercios de varas y banderillas). Muere de un pinchazo y media estocada traserilla en la suerte contraria, en la puerta de toriles.

Segundo. Toro colorado, bragado, chorreado en verdugo (tercio anterior), ojo de perdiz, bocidorado. 530 kgs. Aprieta bien y con fijeza, aunque a media altura, en el único puyazo que recibió. En la faena de muleta, el Toro repite, repite y repite, humillando, con clase, codicia y transmisión. Un Toro exigente, que hace que el tendido aprecie lo que pasa en el ruedo. Muere de estocada entera en el rincón, en la suerte natural. Un buen Toro para los profesionales y para el público.

Tercero. Toro colorado, abrochado. 504 kgs. Suelto y abanto, sin especial codicia de salida. Con poca fuerza. Aprieta con un pitón en el caballo, un picotacillo. Muy suelto en el tercio de banderillas, luego humilla y mete la cara en el último tercio, bastante noble. Un carretón que humilla y repite sin malas intenciones. Muere de un pinchazo hondo muy caído y atravesado, y dos descabellos.

Cuarto. Toro castaño, albardado, bragado corrido, meano, axiblanco, ojinegro, enmorrillado, serio, alto, aunque no demasiado ofensivo de cara, con codicia y queriendo coger los engaños. 558 kgs. En el caballo, embiste con la cara muy alta, con un pitón, volviéndose. Sale del segundo encuentro desentendiéndose. Mucho mejor para la muleta, repite y embiste con codicia sin cansarse, con la boca cerrada hasta la muerte. El Toro transmite. Le dan la vuelta al ruedo al Toro (NO). Muere de media estocada lagartijera en la suerte natural.

Quinto. Único Toro de Zalduendo, negro, lomo recto, vareado, agalgado, muy despegado del suelo, astinegro, cornialto. Anovillado. Mala presentación en comparación con los de la ganadería titular. 522 kgs. Hace sonar el estribo en el caballo, con la cara alta. Sale del caballo con el pitón izquierdo totalmente escobillado, como una brocha, quedando algo andarín y gazapón para el último tercio. Muere de un pinchazo y una estocada casi entera abajo, en la suerte natural.

Sexto. Toro negro, más grande, hondo, con badana, alto, serio. 560 kgs. Sale parado y reservón. Aprieta en el caballo y casi derriba. Sale suelto del segundo puyazo. Lo dejan llegar al caballo que guarda la puerta, tras el cambio de tercio, y le pegan otra vara (el tercero de la cuadrilla se desentiende). En la muleta, violento, bruto, con bastante genio y violencia. Cabecea. Le gana la pelea al matador. Muere de pinchazo y media estocada trasera en la suerte natural (saliéndose de la suerte el torero).

Matadores:

El Cid

Listo con el manso pregonado primero, haciendo una faena corta pero aseada en la puerta de chiqueros, respetando siempre los adentros y los terrenos del Toro. Habilidoso. No está mal en su faena al cuarto, aunque no es el Cid grande que conocemos (entre otras cosas, le sobran ciertos adornos propios de otros toreros, más de pueblo). Se coloca de frente para el cite, pero sólo al final de la faena.

Saluda en el tercio en el primero. Dos orejas al cuarto.

Sebastian Castella

Buen recibo capotero en ambos (especialmente en su primero), sacando al Toro toreado hasta la boca de riego, verónicas con verdad, cargando la suerte y adelantando la pierna de salida. Intenta torear de capa y hace quite a sus dos Toros (serían unas tafalleras citando de espaldas al primero, y chicuelinas al segundo). Con la muleta, faenas muy largas, demasiado, con la emoción habitual de este torero aunque faltó profundidad: pases cambiados por la espalda, sentado en el estribo… Dos orejas a su primero, una al quinto.

Alejandro Talavante

Una oreja en el tercero tras una faena lucida, citando siempre con el pico de la muleta y rematando hacia fuera, corriendo bien la mano, aunque sin cruzarse. Faltó profundidad y ajuste. Al último de la tarde no le pudo. Buena ejecución de la suerte suprema en el tercero, dando el toque abajo (mejor ejecución que colocación).

Destaca la cuadrilla de Castella, en todos los tercios, en las banderillas, y en el respeto al público (Respetable). Pésima la lidia de la cuadrilla de Talavante al sexto, superados por el pánico.

Frascuelo de Churriana

ILUSTRATIVA VISITA AL PATIO DEL DESOLLADERO

El viernes, día de San Juan, se lidió en Granada una corrida de Zalduendo por los espadas Aparicio, El Cordobés, y Cayetano, y su sorteo tuvo lugar ¡a las tres de la tarde! (En realidad faltaban algunos minutos para esa hora tan redonda).
¿Cuál fue la causa de esa “desconsideración hacia los profesionales que tenían que comer y descansar antes de jugarse la vida” a las 7’30 de la tarde? El entrecomillado no se debe a ninguna ironía, sino a la literalidad de la frase pronunciada por algún apoderado.
Según el punto 3 del artículo 35 del vigente Reglamento Taurino de Andalucía la empresa debía disponer de 8 toros aptos para la lidia, y a las doce de la mañana sólo tenía siete. Para resolver el problema presentaba dos candidatos, sobrantes de corridas anteriores: uno de Gavira y otro de San Martín, ambos en situaciones ilustrativas.
El de Gavira había sido desechado por los tres veterinarios de servicio del día anterior y repescado bajo la responsabilidad del presidente (ver entrada previa), por lo que los “taurinos” decían, con grandes aspavientos naturalmente, que estaba aprobado. Los tres veterinarios de servicio el jueves (distintos a los del día anterior) volvieron a desecharlo, y el presidente de ese día (distinto del anterior), aplicando el artículo 37.5 decidió respaldar a sus facultativos y, de camino, a los anteriores, es decir declaró al toro no apto.
El otro candidato, el de San Martín, no era del gusto de los apoderados (entre los que se encontraba Curro Vázquez) y también estaba rechazado por los veterinarios por indicios de manipulación por lo que le era de aplicación el artículo 39.1, es decir podía lidiarse si el ganadero asumía por escrito su responsabilidad (ver entrada previa). El problema es que en la documentación de este animal figuraba un ganadero, un criador y un propietario y la alta autoridad provincial en materia taurina no sabía muy bien quien tenía que firmar su responsabilidad: ¡que firmen los tres!. Comprendo perfectamente esta desorientación, pues todos creíamos que la Unión de Criadores de Toros de Lidia se había creado hace 100 años para acabar con los tratantes de ganado. ¡Existen, y llegan hasta las plazas de segunda!
Así transcurrió la mañana, con el tira de los apoderados para un lado, con el equipo gubernativo llamando a su Delegación Provincial de Gobierno y la buscando firmas y la empresa pasando: no le asustaba lo más mínimo la suspensión (o quizá la deseaba por la razón pudo verse por la tarde)
Como puede apreciarse estamos ante dos aplicaciones del artículo 37.5 de muy distinto signo.
El Colegio de Veterinarios, tan celoso en ser oído a la hora de designar a sus colegiados actuantes ¿también los respalda ante sus desautorizaciones en virtud del 37.5? ¿cómo?.
Las asociaciones de aficionados, y abonados, ¿llevan un registro de cómo aplica cada presidente el artículo 37.5?

Pagano

Corpus 2011; 25_06_2011



¿Se puede uno aburrrir en una Plaza de Toros estando dentro?.

Chupiguay pero menos. Otro fracaso. ¡Solo dos a hombros!. Y dándose la espalda...

Debe ser el subsconciente. Aquel personaje, Cantinflas, que tanto me hizo reir en mi infancia (y después) era un buen torero. Se lo tomaba a broma, ¿pero no sería el precursor de muchas de las cosas que hoy imperan en la Tauromaquia?. No creo que esto tenga nada que ver con Corpus 2011.

Ayer la corrida (Buenavista) fue un poco menos de broma que otros días. Hubo un quinto de Zalduendo que nos recordó a sus hermanos del Viernes. El Cid estuvo mejor de lo que le he visto en este año y el pasado. Y aunque no culminó, en el 4º nos dejó alguna serie marca de la casa. Lástima que se está acostumbrando al G-10 y se puso a hacer cucamonas cuando el Toro (respetable para esta plaza) todavía tenía toreo que desarrollar. De hecho se dio cuenta y le enjaretó una serie con la izquierda citando de frente que nos hizo disfrutar. Vuelta no merecida para el Toro que tuvo alegría y fue pronto. Le puso los pitones en la cara al picador...El primero un manso de libro quiso saltar después de picado y banderilleado. Lo entendió Manuel y en chiqueros y a favor de querencia le sacó todo lo que tenía.
Lo mejor de Castella fue el capote. Hizo su quite en cada Toro, creo que el único que lo ha hecho en la feria. Originalidad y reposo. Sangre fría con la muleta, pero esa manía de esconder la pierna de salida... (menos que Manzanares y Talavante que son los campeones en eso).
Talavante en su primero cortó una oreja de Granada (o sea nada). El sexto lo trajo por la calle de la amargura. Lo quisieron matar en varas. El tercero, Julio López, lo dejó descaradamente que se fuera al caballo reserva a que lo remataran a sabiendas de que el tercio estaba cambiado. Como David Mora pero López tiene un jefe de cuadrilla al que le apunto la golfería.

Un chisme: Yo no lo vi. Me lo han contado. Parece que al final de la corrida hubo cierta movida Cid-Talavante... (G10-No G10)

sábado, 25 de junio de 2011

Corpus 2011;24_06_2011; Zalduendo


El que abrió Plaza. Lo sujeta carlos Ávila

Varas al 1º

Segundo de la tarde

Apuntando al segundo

El 3º, para Cayetano.

Vara al 3º. Carretero va a ayudar.

el 4º, segundo de Aparicio

El 5º

Pescando al 5º

Vara al 5º

El 6º acapachado de cuerna

Empieza vara al 6º

Sigue Vara al 6º

Y sigue Vara al 6º

¡TRANQUILOS! ¡SIEMPRE HAY UN RESPONSABLE!


Van a dejar las Plazas como un erial.

El 5º se despitorró. (Las fotos, malas como siempre, son mías. fabad)

El jueves, en Granada, se lidiaron seis toros de Gavira por los espadas Morante, El Fandi y Manzanares, y tengo entendido que, en los corrales se volvió a velar por nuestros intereses aplicando con rigor el Reglamento Taurino de Andalucía. Al menos sobre tres reses , los tres veterinarios de servicio coincidieron en su inutilidad para la lidia, y sin embargo ¡se lidiaron!
Esto no es ningún contrasentido aunque lo parezca, es la impecable actuación del presidente del festejo que, pese a viento y marea, aplica el punto 5 del artículo 37, cuya literalidad es la siguiente:


Artículo 37. Procedimiento y objeto del reconocimiento.
1. El reconocimiento de las reses versará sobre la identificación, condiciones sanitarias, edad, peso en su caso, defensas y aptitud para la lidia de las mismas y, en general, sobre todo lo que el prototipo racial del animal requiera en función de las características del encaste de la ganadería a la que pertenezca y la categoría de la plaza, de conformidad con la normativa vigente.
2. El equipo veterinario de servicio actuante dispondrá lo necesario para la correcta apreciación de las características de las reses y emitir a raíz de lo que observe, informe individual motivado por escrito y por separado, respecto de la concurrencia o falta de las características, requisitos y condiciones en cada caso exigibles.
3. Si advirtieran algún defecto, lo comunicaran a la Presidencia y lo harán constar en su informe, indicando con toda precisión el defecto o defectos advertidos. El criterio unánime del equipo veterinario de servicio sobre la edad, peso y condiciones sanitarias de las reses, tendrá carácter vinculante para la Presidencia.
4. A continuación, la Presidencia oirá la opinión del empresario, seguidamente la del ganadero y, en su caso, la de los espadas o rejoneadores presentes o sus representantes, a quienes podrá solicitar el parecer sobre los defectos advertidos y la aptitud para la lidia de las reses reconocidas. También
recogerá, en su caso, la opinión de los dos representantes de los espectadores previstos en el artículo 70.10 de este Reglamento. El empresario y el ganadero podrán aportar, al efecto, informe motivado suscrito por profesional en materia veterinaria que ellos designen.
5. A la vista de los informes veterinarios y de las opiniones expresadas por todos los intervinientes en el acto, la Presidencia resolverá lo que proceda sobre la aptitud o rechazo para la lidia de las reses reconocidas, comunicando en el propio acto a los interesados la decisión adoptada.
6. De la práctica del reconocimiento y del resultado del mismo se levantar acta circunstanciada, a la que se unirá la documentación de las reses reconocidas y todos los informes veterinarios emitidos, remitiéndose todo ello para su archivo a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía correspondiente. Una copia del acta con expresión de las reses aprobadas y rechazadas, así. como los motivos de rechazo, será expuesta al público, al menos en los accesos a la plaza, antes de la celebración del espectáculo.



La figura que aquí aparece puede denominarse “lidia bajo la responsabilidad del presidente” y es consecuencia del carácter no vinculante de los informes veterinarios cuando estos versan sobre determinadas cuestiones contempladas en este artículo.

La posibilidad de que el presidente repesque toros a pesar de la opinión de sus veterinarios desapareció durante algún tiempo de la reglamentación nacional, pero se recuperó en el reglamento de 1996, y al andaluz le faltó tiempo para ratificarla a pesar de todos las razones en contra que se le aportaron.

De nuevo estamos en el ejemplo del pescado en el mercado que puse en mi anterior entrada, pero hay dos diferencias
1. el que ahora asume su responsabilidad no es el pescador sino el director del mercado, y
2. en ningún caso se incoa expediente por ello, lo cual anula la remotísima posibilidad de sanción.

Como puede apreciarse siempre hay un responsable, pero el hecho es que tu consumes el pescado, sigues “yéndote de vareta” y con la tranquilidad de que la Administración Autónoma Andaluza sigue velando por ti. ¡Podemos seguir sintiéndonos orgullosos de nuestro reglamento autónomo!

Nos surgen varias preguntas:
1. Si los veterinarios están nombrados por la misma autoridad que nombra al presidente ¿cómo se les priva del carácter de imparcialidad que se le da a este?
2. Si al presidente se le supone una capacidad técnica veterinaria como para decidir sobre estos temas ¿para qué nombra la Administración un equipo de tres veterinarios?.
3. El presidente cumple escrupulosamente con la legalidad pero, en su fuero interno ¿cuáles son los razonamientos que le llevan a desoír a sus peritos independientes para aceptar la opinión de la parte? ¡Necesitamos una explicación pública cada vez que se aplique esta figura!
4. Si la opinión de los veterinarios sólo es vinculante para las cuestiones sanitarias (porq ue lo del peso y la edad ya es algo objetivo que puede comprobar cualquiera) ¿qué pintan estos señores en lugares tan preeminentes de una plaza de toros?
5. ¿Cuál es la opinión personal de los veterinarios actuantes al verse desautorizados por personal no facultativo en la materia?
6. ¿Cuál es la opinión corporativa de los colegios de veterinarios sobre esta figura? ¡Pidámosela para que la expliquen públicamente!
7. ¿En qué consiste la responsabilidad del presidente?.
8. ¿Llevamos los aficionados, y abonados un registro de estas actuaciones, para opinar razonadamente sobre los nombramientos de presidentes?.

Como puede apreciarse tengo muchas dudas y una sola certeza: el” enorme” avance que supone el reglamento andaluz en terrenos como la defensa de los espectadores y de la pureza e integridad de la Fiesta.

P.D. También me está quedando claro el celo de los funcionarios por la aplicación estricta de algunos artículos del texto, celo que aún no he podido comprobar en la aplicación de otros.

Desde la talanquera. Corpus 2011. 24-6-2011


El apartado debió ser movido.

Chupiguay... pero menos. ¡Solo dos a hombros!. Esto está degenerando...

Hubo cemento como el día de la becerrada. (Las fotos las añado yo, fabad, como buen subalterno de los Maestros. Si les molesto presentan parte de baja)

Tarde algo más variada y más entretenida

Granada. Media plaza escasa. Más calor.

6 Toros de Zalduendo. Corrida algo mejor presentada que la de días anteriores en lo que al cuajo y remate de los Toros. Los pitones son igual de sospechosos que los de los otros días (para los profanos, seguro que los peritos en la materia tienen una perspectiva distinta). En lo que al juego de las reses se refiere, al menos hubo cierta variedad de comportamientos y cierto interés, algunos con su picante y su genio, otros que incluso cumplen en el caballo, y alguno que al menos no se deja pegar como si fuese un animal tonto (si no ataca, al menos que se defienda). Desarrolló en general más genio que casta, y se le pudieron hacer las cosas. ¡Sólo dos toreros a hombros!

Toros:

Primero. Toro negro, lomo recto, algo montado, entre carifosco y astracadano (rizos en la cara y morrillo), abrochado. Puntas sospechosamente afiladas. 515 kgs. Cinqueño (cerca de los seis años). Se emplea en el caballo, empujando con fijeza pero con la cara alta. Se deja. Muere de un metisaca bajo en la suerte natural arrancándose y aprovechando el viaje el matador, dos pinchazos tapándole la cara en las suertes natural y contraria, y cuatrodescabellos. Recibe alguna palma en el arrastre (más como protesta a su matador).

Segundo. Toro negro, meano, algo cuesta arriba, aleonado (mayor desarrollo del tercio anterior que del tercio posterior), con morrillo, y no demasiado ofensivo de cara. 548 kgs. (el de más peso en la tablilla). En el caballo protesta, hace sonar el estribo, se quiere quitar el palo en los dos encuentros y sale suelto. Desarrolla genio y se defiende, con algo de picante, aunque se viene pronto abajo en la faena de muleta. Muere de media estocada tendida y traserilla en la suerte contraria.

Tercero. Toro negro, bajo, lomo recto, (muy característico de esta ganadería), cómodo de presentación para los toreros, muy “a modo”. Astillado del pitón derecho. 509 kgs. Cinqueño. En el caballo aprieta con un pitón, para luego meter la cara abajo, aunque tras una voltereta que le ha hecho mucho daño y de la que tarda en levantarse, se queda muy parado, sin fuerzas. Muere de una estocada entera en la suerte contraria bien ejecutada (el toque, abajo).

Cuarto. Toro negro listón, aleonado, cornicorto, astiblanco, con badana, algo basto. 543 kgs. Se deja pegar en el caballo, una vara en su sitio, aunque termina apretando con la cara alta, sale perdiendo las manos, y muestra debilidad de los cuartos delanteros durante toda la lidia. Muere de una estocada entera caída y tendida en la suerte natural, tapándole la cara, y un descabello.

Quinto. Toro negro, lomo recto, bajo (“bonito” para los toreros). De salida, el pitón izquierdo escobillado, una brocha, y sospechosamente afilado el pitón derecho. Sin fuerza ninguna ya de salida. 506 kgs. Cinqueño. La cara alta en el caballo. Un marmolillo en la faena de muleta. Muere de estocada casi entera caída en la puerta de chiqueros.

Sexto. Toro negro, listón, chorreado, muy acapachado y algo abrochado, con mayor longitud de pitón. 481 kgs. La cara alta en el caballo, saliendo suelto. Es un bobalicón que se deja. Muere de estocada entera traserilla en la suerte contraria (de nuevo, el toque abajo).

Matadores:

Julio Aparicio

Algún trincherazo con gusto en su primero (no hablamos de profundidad), al que toreó por alto. 1 oreja a su segundo en una faena a media altura, cuidando al Toro, sintiéndose a gusto, con tandas cortas pero intensas por ambos pitones y algún natural y algún derechazo de gran torería. Digno, aseado, torero incluso para salir de algún apuro en el remate de una tanda. Se ha visto en esta faena probablemente lo más torero de lo que llevamos de feria. Este tiene (y siempre tuvo) la moneda para poder cambiarla.

Manuel Díaz “El Cordobés”

Una oreja en cada Toro. En su segundo Toro, muy parado y descastado, como éste no embiste, le embiste el torero al Toro ganándole terreno. Muy en Manuel Díaz.

Cayetano Rivera Ordóñez

Corta dos orejas a cada toro.

En su primero, toreo preciosista a media altura, muuuuuuuy despegado, sin ajuste, ni colocación, ni sensación de peligro. Cuando se coloca, desplaza al Toro hacia fuera, muy lejos. Toreo de salón, faena de menos a más.

En su segundo, que comienza de rodillas pasándoselo más cerca que cuando torea de pie, algo más cruzado, termina con circulares y bajando intensidad. Faena de más a menos.

Muy buena ejecución de las dos estocadas, sin tapar la cara, dando el toque fuerte abajo. Al menos, intenta hacer algún quite vistoso (a pies juntos, rematando con una larga, con empaque).

Destaca el sitio de la vara al cuarto, en la base del morrillo, tras tanto puyazo trasero.

Buenos tercios de banderillas en el segundo Toro (los tres los pares en la cara) y en el cuarto. La autoridad cambia el tercio en el quinto Toro cuando éste tiene sólo dos palos en el lomo, y en el sexto tras poner sólo dos pares.

Frascuelo de Churriana

viernes, 24 de junio de 2011

Los Gavira 23_06_2011


Primer ejemplar para Morante.

El segundo para Fandi.


Tercero para Manzanares.


El manso cuarto al que morante le hizo faena cuando nadie lo esperaba.


Morante en el cuarto.


El 5º para Fandi.


El 6º al que Manzanares mató "esperando" como ya hizo en Madrid el día que salió en hombros.


Estos fueron los ejemplares de Gavira en corrida de figuras del Toreo. Debe ser lo que llaman el Toro de Granada. Se creerán que aquí no tenemos personalidad taurina.

Las Fotos son de Nostromo

¡PODEMOS ESTAR TRANQUILOS! ¡SE CUMPLE EL REGLAMENTO!



En la corrida celebrada en Granada el “miércoles de tarasca”, con el siguiente cartel: toros de Torrehandilla-Torreherberos para Ponce, El Juli y El Fandi, parece que se aplicó repetidamente el Artículo 39, párrafo 1, del vigente Reglamento Taurino de Andalucía, que reza lo siguiente:

Artículo 39. Reses rechazadas.
1. Cuando una res fuese rechazada en los reconocimientos por estimar todo el equipo veterinario de servicio que las defensas de .ésta presentan indicios de una posible manipulación, el Presidente o Presidenta del espectáculo lo comunicar al ganadero o, en su caso, al representante de .éste, quienes tendrán derecho a retirar dicha res y presentar otra en su lugar o a exigir su lidia bajo su responsabilidad en caso de reunir los demás requisitos reglamentarios. En este .último caso la responsabilidad del ganadero se hará depender de los resultados de los análisis posteriores de los cuernos, y en el mismo
acto o, en cualquier caso, antes del sorteo, aquel firmar el compromiso de asunción de responsabilidad ante la persona que ostente la Presidencia del espectáculo o la Delegación de la Autoridad, para el supuesto de que el resultado de los análisis posteriores, que efectúe el laboratorio autorizado por la Consejería competente en materia de espectáculos taurinos confirme la manipulación artificial de las defensas de la res. Si el ganadero se negase a firmar el compromiso de asunción de responsabilidad, la res será necesariamente rechazada por la Presidencia.

La figura que se contempla en este artículo, conocida como “lidia bajo la responsabilidad del ganadero”, desapareció de la reglamentación nacional en 1996, y fue recuperada por el reglamento autonómico de 2006 para “velar por la pureza de la fiesta y defender los derechos de los espectadores”.

Para evaluar este artículo del Reglamento Andaluz, me permito poner un ejemplo. El pescado, antes de ponerse a la venta en el mercado, pasa por un reconocimiento veterinario; imaginemos que todos los albéitares encargados certifican su inutilidad para el consumo, pero como la legislación lo permite, el pescador asume su responsabilidad y el producto sale a la venta. Yo lo consumo y me entra la cagalera, pero no me preocupo porque han tomado muestras y las mandan a Madrid. ¡Me siento protegido por la Junta de Andalucía, ante aquellos a los que mi salud les importa un comino! . ¡Magnífico, verdad!

Me consta que todos estos razonamientos fueron expuestos al Sr. Director General en la fase de redacción del Reglamento Andaluz, y a pesar de ello salió este artículo 39. Recuerdo que dicho Reglamento fue considerado como una avance en la defensa de los aficionados, y al parecer sigue habiendo espectadores que se mantienen en esa opinión.

Otra cosa es el desenlace de los expedientes incoados por la Administración a partir de ese “mandar los pitones a Madrid”; la estadística nos muestra que, por unas causas o por otras, “casi” ninguno termina en sanción (casi se puede quitar el casi). Aquí puede residir la clave por la que el funcionario encargado fue tan diligente en aplicar este artículo y tan negligente en la aplicación de otros.

Lo realmente importante se salvó: no se pusieron obstáculos al negocio, se cortaron innumerables orejas y todos salieron a hombros, incluidos ganadero y mayoral. Rectifico, todos no, pues creo que deberían haber sacado en hombros a alguien más.

P.D.1. Espero que nuestro espigado comentarista anónimo nos siga proporcionando información sobre lo que ocurre en los corrales, pues así tendremos oportunidad de releer la reglamentación, y formarnos opinión sobre la misma, y sobre la actuación de los equipos gubernativos y veterinarios.

P.D.2. Las entradas realmente importantes, sobre lo ocurrido el "Día del Señor", son las dos anteriores

Desde la talanquera. Corpus 2011. 23-6-2011


(Tomado del libro de Fernando Corella "LA TAUBROMAQUIA" publicado por EGARTORRE, cuya lectura recomiendo)


Tarde de expectación...

Granada. Más de tres cuartos de entrada, casi lleno. Tarde calurosa (sobre todo en el sol).

6 Toros 6 de Gavira. Bien presentada para novillada (sin caballos). Aunque trapío no es romana, sólo primero y quinto superaron los 500 kgs. (518 y 520). Toros febles, inválidos, marmolillos, mansos, descastados, sin malas intenciones (ni buenas) ni afán por coger a nadie ni a nada. Algunos sirvieron para que los toreros desarrollasen SU tauromaquia, aunque sin interés ninguno para el aficionado (alguno salía de najas del caballo, algún otro tan flojo que no llegó a picarse al romperse la vara en el encuentro y cambiarse el tercio...). Ni una vara en condiciones.

Después de la tarde anterior, con ocho orejas y 5 ó 6 intervinientes a hombros; una tarde como ésta, con Morante, Fandi y José María Manzanares-hijo en el cartel, y toros a modo de Gavira, se antoja como de fracaso si sólo hay 6 orejas en el esportón y por la puerta grande sólo salen los tres matadores.

Toros:
Primero. Toro negro, cuesta arriba, enmorrillado, despegado del suelo, abrochado, con las puntas hacia arriba. Aunque salió muerto del caballo (un único puyazo, pero ¡qué puyazo!), termina de morir con un pinchazo saliéndose y media estocada caída y tendida en la suerte natural.
Segundo. Toro de capa original, podría ser un burraco, salpicado, alunarado, armiñado, mosqueado, capirote, botinero… Acapachado, abrochado, estrecho de sienes, muy bajo y chico (454 kgs.). Muy flojo, un inválido. “Vengo a cuidar al Toro de Granada”, dice el nuevo empresario. Pues empiece cuidando a éste, que también requiere de Cuidados Intensivos. Muere de un pinchazo, un pinchazo hondo, y media estocada caída (suertes natural y contraria indistintamente).
Tercero. Toro negro, corto, muy abrochado y despegado del suelo. Muere de una estocada entera, algo contraria, en los medios. El matador en esta ocasión pega el toque abajo con la muleta (aunque parece que luego tapa la cara).
Cuarto. Toro castaño albardado. Protestado no por dejarse los cuartos traseros (que se los dejaba de salida), sino por ser un mansurrón paradote, un marmolillo, pidiendo gran parte del público de sol su sustitución. Rompe al final de la faena, arrancándose incluso a cierta distancia. Muere de una estocada entera caída en la suerte natural.
Quinto. Toro negro listón, más largo y algo más hecho cuesta arriba (engatillado de pitones). Manso mansísimo. Muere de una estocada entera muy caída en la suerte contraria.
Sexto. Toro de capa muy parecida a la del segundo, con más accidentales si cabe: algo así como burraco, salpicado, alunarado, armiñado, mosqueado, capirote, botinero, gargantillo, ojalado, y puede que hasta lucero. Sin fuerza ninguna, los capotes por alto desde la salida y sin picar al romperse la vara en el encuentro con el caballo. Muere de una estocada entera caída en el tercio recibiendo (como dice el amigo fabad, más que recibiendo sería esperando, por la pasividad del matador y por no traer al Toro toreado, sino esperándolo).

Matadores:
Morante de la Puebla
Nada en su primero, se desentiende en el monopuyazo. En su segundo, la bronca inicial se transforma radicalmente a partir de la mitad de la faena, las lanzas se vuelven cañas con los mejores muletazos de la tarde. Dos orejas con fuerte petición.
El Fandi
Variado con el capote. Se pasa de faena en el segundo, le cuesta cuadrarlo, aunque le corta las dos orejas.
José María Manzanares hijo
Torero muy elegante, una pintura. De colocación y profundidad, mejor no hablar (con la pierna de salida siempre muy retrasada y fuera de cacho). Oreja y oreja. Lleva una cuadrilla con el oficio muy bien aprendido.

Se comenta en el tendido que los veterinarios habían rechazado muchos de los toros que se lidiaron ayer. Gracias, Sr. Presidente, por su inclusión. Eso es un ejemplo de sensibilidad.



Frascuelo de Churriana

jueves, 23 de junio de 2011

Corpus 2011; 23_06_2011


Mas figuras en Granada. Morante, Fandi y Manzanares. Todos a hombros.

Primera caña. El toro en su sitio.

Caña segunda. Caballo de frente.

Caña al tercero. Caballo dando el pecho.


Morante colocado con el cuarto. Salió sin fuerza y se vino arriba. Aceptó dos puyazos y Morante que tardó en centrarse, le hizo una bonita faena, con alguna tanda con la verdad que se puede tener ante semejante Gavira. Le salvó la tarde. Dos orejas. Buena ejecución de la estocada, que quedó algo desprendida.

La caña del quinto. Fandi en su sitio. El picotazo fue traserísimo. (Donde "picó").
Y la colocación en el 6º. Mató Manzanares "esperando" que no recibiendo y se ganó una oreja.

Esta vez el ganadero y el mayoral no acompañaron a los toreros. La cuadrilla de Manzanares muy bien.