5º de Zalduendo
¡Con qué poco nos conformamos!
Granada. Bastante más de media entrada, aunque sin llegar a los tres cuartos de plaza. Tarde muy calurosa.
6 Toros de Buenavista. Corrida desigual, aunque en general tuvieron bastante más cuajo que los de los días anteriores. No se puede decir lo mismo de las defensas, ya que como es habitual, en este sentido la presentación puede calificarse como de deficiente. En lo que se refiere al juego, hay que señalar que el comportamiento fue variado, de interés para el aficionado, saliendo algunos con casta y con genio, aunque también alguno muy desrazado (1º). Algunos sirvieron para los toreros, y como además tenían emoción, llegaban al público (2º y 4º). Algún otro, como el bravucón y “bruto” 6º, por encima de su lidiador, que no supo o no pudo lidiarlo adecuadamente. El remiendo de Zalduendo (5º) desentonaba totalmente.
Toros:
Primero. Toro negro burraco, listón, bajo, lomo recto, acapachado. 503 kgs. De salida, se desentiende de los cites, suelto, sin emplearse (es más protestado por su mansedumbre que por su invalidez), con la cara alta. En el caballo quiere quitarse el palo, con la cara arriba, sale barbeando tablas hasta el caballo que guarda la puerta, le pega un arreón (de manso), y parte el palo. Un mansurrón durante toda la lidia, que no quiere pelea, se raja y busca la huida antes del comienzo de la faena de muleta (intenta saltar al callejón después de los tercios de varas y banderillas). Muere de un pinchazo y media estocada traserilla en la suerte contraria, en la puerta de toriles.
Segundo. Toro colorado, bragado, chorreado en verdugo (tercio anterior), ojo de perdiz, bocidorado. 530 kgs. Aprieta bien y con fijeza, aunque a media altura, en el único puyazo que recibió. En la faena de muleta, el Toro repite, repite y repite, humillando, con clase, codicia y transmisión. Un Toro exigente, que hace que el tendido aprecie lo que pasa en el ruedo. Muere de estocada entera en el rincón, en la suerte natural. Un buen Toro para los profesionales y para el público.
Tercero. Toro colorado, abrochado. 504 kgs. Suelto y abanto, sin especial codicia de salida. Con poca fuerza. Aprieta con un pitón en el caballo, un picotacillo. Muy suelto en el tercio de banderillas, luego humilla y mete la cara en el último tercio, bastante noble. Un carretón que humilla y repite sin malas intenciones. Muere de un pinchazo hondo muy caído y atravesado, y dos descabellos.
Cuarto. Toro castaño, albardado, bragado corrido, meano, axiblanco, ojinegro, enmorrillado, serio, alto, aunque no demasiado ofensivo de cara, con codicia y queriendo coger los engaños. 558 kgs. En el caballo, embiste con la cara muy alta, con un pitón, volviéndose. Sale del segundo encuentro desentendiéndose. Mucho mejor para la muleta, repite y embiste con codicia sin cansarse, con la boca cerrada hasta la muerte. El Toro transmite. Le dan la vuelta al ruedo al Toro (NO). Muere de media estocada lagartijera en la suerte natural.
Quinto. Único Toro de Zalduendo, negro, lomo recto, vareado, agalgado, muy despegado del suelo, astinegro, cornialto. Anovillado. Mala presentación en comparación con los de la ganadería titular. 522 kgs. Hace sonar el estribo en el caballo, con la cara alta. Sale del caballo con el pitón izquierdo totalmente escobillado, como una brocha, quedando algo andarín y gazapón para el último tercio. Muere de un pinchazo y una estocada casi entera abajo, en la suerte natural.
Sexto. Toro negro, más grande, hondo, con badana, alto, serio. 560 kgs. Sale parado y reservón. Aprieta en el caballo y casi derriba. Sale suelto del segundo puyazo. Lo dejan llegar al caballo que guarda la puerta, tras el cambio de tercio, y le pegan otra vara (el tercero de la cuadrilla se desentiende). En la muleta, violento, bruto, con bastante genio y violencia. Cabecea. Le gana la pelea al matador. Muere de pinchazo y media estocada trasera en la suerte natural (saliéndose de la suerte el torero).
Matadores:
El Cid
Listo con el manso pregonado primero, haciendo una faena corta pero aseada en la puerta de chiqueros, respetando siempre los adentros y los terrenos del Toro. Habilidoso. No está mal en su faena al cuarto, aunque no es el Cid grande que conocemos (entre otras cosas, le sobran ciertos adornos propios de otros toreros, más de pueblo). Se coloca de frente para el cite, pero sólo al final de la faena.
Saluda en el tercio en el primero. Dos orejas al cuarto.
Sebastian Castella
Buen recibo capotero en ambos (especialmente en su primero), sacando al Toro toreado hasta la boca de riego, verónicas con verdad, cargando la suerte y adelantando la pierna de salida. Intenta torear de capa y hace quite a sus dos Toros (serían unas tafalleras citando de espaldas al primero, y chicuelinas al segundo). Con la muleta, faenas muy largas, demasiado, con la emoción habitual de este torero aunque faltó profundidad: pases cambiados por la espalda, sentado en el estribo… Dos orejas a su primero, una al quinto.
Alejandro Talavante
Una oreja en el tercero tras una faena lucida, citando siempre con el pico de la muleta y rematando hacia fuera, corriendo bien la mano, aunque sin cruzarse. Faltó profundidad y ajuste. Al último de la tarde no le pudo. Buena ejecución de la suerte suprema en el tercero, dando el toque abajo (mejor ejecución que colocación).
Destaca la cuadrilla de Castella, en todos los tercios, en las banderillas, y en el respeto al público (Respetable). Pésima la lidia de la cuadrilla de Talavante al sexto, superados por el pánico.
Frascuelo de Churriana
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