La undécima corrida de la temporada mexicana de 1956-57 no tuvo nada del otro mundo. Lo que me ha llamado la atención es el titular, que no creo que se deba al corresponsal D. Dificultades.
Se habla de la QUINCEAVA corrida como última de la serie. Y no deja de llevar razón, la DÉCIMOQUINTA (QUE ES EL ORDINAL QUE LE CORRESPONDE) es como la primera, la segunda... y cada una de las quince que constituyen el total de la serie: una quinceava parte del total. Algunos políticos españoles tampoco conocen los ordinales...
Les dejo un enlace: http://www.vitutor.net/1/a_0.html
1 comentario:
Precisamente por tardes como esas, el cáustico cronista del diario Novedades (hoy extinto), Carlos León, llamaba a Juan Silveti, "Juanito Nembutal". Y es que el espigado torero se esforzaba por "estar correcto", pero si el toro no aportaba emoción, nada transmitía, a pesar de su corrección.
Dámaso Gómez fue un torero que había confirmado el 30 de diciembre anterior y dejó buena tarjeta de presentación. En Madrid, entiendo, es un "torero de culto".
Y Fernando "El Callao" a su vez, es "torero de culto" en la plaza México. Como novillero actuó 39 veces en esa plaza y ya como matador menos, pero cuando se habla de arte, de sello y de temple, siempre sale a la palestra.
De los toros tlaxcaltecas hay que tener una cosa presente, estaba apenas reconstituyéndose la manera de hacer las cosas en el campo bravo mexicano, tras del enésimo embate de una reforma agraria que redujo considerablemente la superficie de las ganaderías. No disculpa al ganadero, que de no tener toros, no debió ir, pero quizás esa fue la causa de lo "escuálido" de los toros.
Un abrazo.
Publicar un comentario