No hace falta ser figura para derrochar torería. Ahí tienen a Migueláñez (que lo fue como torero de plata) en 1953 en una novillada en Madrid. En esos años la afición de Madrid le aplaudía cada tarde. Después en un accidente, en los 60, perdió un ojo y siguió toreando.
Acompañaba al novillero Francisco Blázquez "Pacorro". El cronista, Barico, ensalzó su gran actuación.
También alabó la actuación del picador Juan Atienza y dejo el testimonio de El Ruedo.
Eran otros tiempos...
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2 comentarios:
Fabad:
Veo que un error en el sistema no admitió mi comentario anterior, pero como soy muy pesado, lo vuelvo a poner. Creo además que las dos fotos lo merecen. Una por esa forma de parar al toro a una mano, con arte y torería y eso que tanto se aprecia ahora, la eficacia. Cuantos toros no se desperdiciarían si se fijaran bien de salida. Como está preparado para irse, pero con la pierna por delante y el toro metido en la tela.
En la otra el picador volcado encima del palo, picando en lo alto del morrillo y con el pecho del caballo. Aunque la sensación que da es que le está tapando la salida, pero el no tenerlo debajo del peto da sensación de estar picando y no masacrando. Da gusto ver estas cosas, porque así nos podemos dar cuenta de que no pedimos imposibles y que no hemos ni perdido la cabeza, ni odealizado un pasado que no fue tan bueno. Pero sí, fue tan bueno y bastante mejor que el presente.
Un saludo
Enrique, ya sabes que aquí no hay censura y menos para ti.
En efecto, esas fotos delatan lo que hoy dicen que es lo puro.
Lo "bueno" de estas fotos es que no son rebuscadas. Son de una novillada cualquiera de Domingo venteño, con un cartel modesto y te lo encuentras con frecuencia.
No se trata de "cualquier tiempo pasado fue mejor", pero lo de ahora es distinto.
Saludos.
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