domingo, 9 de mayo de 2010

Temporada americana 1971




México andaba revuelta con Manolo Martínez y el Juez de Plaza a la gresca. Son situaciones que se dan en todas partes y la autoridad no pone coto. Los Toros eran flojos y la Presidencia en lugar de mandarlos al campo los mantiene en la Plaza. Camino y Gaona con demandas. El malogrado portugués José Falcón triunfa por allá. Antonio Ordóñez que reaparece en San Cristobal de Venezuela. La temporada colombiana...

3 comentarios:

Octavio dijo...

Pero qué cara más dura la de Manolo...¡pero si él ( Manolo Telones, dixit Carlos León) controlaba todo!

Y de los toros de Jesús Cabrera, como el mismo Carlos León con ese afiladísimo e inigualable ingenio escribió: Chucho Becerril y Manso.

Xavier González Fisher dijo...

Efectivamente, Martínez mandaba y... mandaba. Pero don Juan Pellicer tenía una especie de "doble vida" que era como andar todo el tiempo en el filo de la navaja, pues era cronista del diario "Esto" y escribía en la revista "Tiempo" y aparte, era Juez de Plaza (Presidente), tareas que son incompatibles en más de algún momento.

Pellicer nunca pareció entender la peligrosidad de esa "doble moral", pues no es fácil separar lo expresado por el "opinador público" del criterio "de autoridad" en el palco.

Los escándalos de don Juan, sobre todo en la época martinista fueron frecuentes, porque además a él primero y a su hijo y heredero después les encantaba figurar, a costa de lo que fuera, así que hacían lo indecible por hacerse notar y con frecuencia lo conseguían.

Saludos.

fabad dijo...

Gracias por comentar. Es extraño que un Juez de Plaza (aquí Presidente) sea tan obstinado y se enfrente a una figura por mantener en la Plaza toros inválidos. También entiendo lo que dice Octavio. Las figuras suelen exigir toros a modo y después hacen gestos al público para manifestar que no son culpables de la falta de raza de los toros que previamente han elegido y Manolo Martínez fue figura en México como para disponer los toros que quería tener en la plaza.
Disfruto con vuestros comentarios.
Me empieza a aburrir mi blog y gracias a algunos (pocos, pero magníficos) todavía sigo.
Nota: Cuando me refiero a un TORO en serio jamás lo pongo en minúscula, pero creo que esta vez está bien con minúscula.