jueves, 20 de octubre de 2011

Agustín González, la dureza del toreo.







Agustín González, modesto novillero que llevaba años luchando, justificó la grandeza del toreo (que a veces se nos olvida por culpa de las trampas a las que nos están acostumbrando), entregando su vida en una modesta novillada celebrada en un pueblo de Castilla en el año 1952. Había toreado en Madrid en 1949 alternando con Antoñete. El toreo, como casi siempre salió en ayuda de su familia...

5 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Pues después de los malhumores causados por Hacienda, vemos que los toreros se "hicieron una piña" para sacar adelante a uno de sus "desheredados". Y veo también con gusto que dos paisanos pusieron "su parte" para ayudar en lo posible a quienes ya no tenían la esperanza del triunfo de su hijo.

Eran otros tiempos, pero ante la desgracia, creo que más o menos la solidaridad sigue siendo la misma.

Xavier González Fisher dijo...

Vuelvo a la carga y no sé por qué, pero esto me recordó a Antonio Carpio, a quien has dedicado un par de espacios y sobre quien me he encontrado algo en "La Lidia de México". Ya te lo enviaré. Saludos.

Enrique Martín dijo...

Fabad:
Como bien dices, los tramposos a veces nos hacen olvidar a los que no pudieron proseguir el camino iniciado. A mi hace muchos años se me quedó en el recuerdo Curro Luque, un torero al que una tarde vi fatal y otra le vi con el capote torear como los ángeles. Luego un accidente de coche le dejó en cama para siempre. Desgraciadamente han sido muchos.
Un saludo

fabad dijo...

Enrique recuerdo a Curro Luque, cuya carrera se vió truncada por el otro "miura" que acecha a los toreros.
He encontrado esta semblanza de Curro, que seguramente conocerás.

http://www.gentedelpuerto.com/2011/06/27/1-058-curro-luque-el-relevo-que-nunca-llego/

Como tu dices son muchos los que se quedan en el camino. Yo he traido aquí el caso de Tinín (Faustino, una gran promesa) o de José Sánchez Saco (torero de dinastía, malogrado toreando de sobresaliente en Melilla, de lo que fuí testigo directo) por no citar a Serranito, quebrado en Benidorm, Lucio Sandín en Sevilla, Javier Vázquez, Juan José y tantos otros que han dado gloria a la tauromaquia para que otros puedan sortear las implacables estadísticas negras y triunfar. No deberían, los que llegan al triunfo, olvidar a estos ejemplos, afortunadamente vivos.
Saludos.

fabad dijo...

En efecto, Xavier, afortunadamente, la solidaridad no se ha perdido. Hace poco se ha visto con Manuel Montoya en Albacete. En estos tiempos en que se están cambiando, para mal, los modos de torear y el concepto de lo que debe ser el Toro bravo, por lo menos queda el sentimiento de solidaridad ante la desgracia.
En el blog de Antonio, http://eltoroporloscuernos.blogspot.com/, a raiz de la indebidamente denominada Cayetina, se habla de esto en los comentarios...