lunes, 24 de octubre de 2011

El primer Antoñete



Debut en Barcelona en 1951 con Pablo Lozano y Manuel Sevilla. La de abajo es en San Sebastián en 1952.
En mi opinión, el Antoñete inicial que tomó la alternativa en 1953 fue el torero que sorprendió. Su primera etapa para mi va (como matador de Toros) de 1953 a 1958. Y en ella se forjó el gran torero que hemos visto en distintas épocas en las que vivió con lo aprendido y asimilado entonces.
En 1953 actuó en 36 tardes (el que mas toreó ese año fue Pedrés que lo hizo en 48 ocasiones).
En 1954 lo hizo en 43 ocasiones ( el que mas fue César Girón con 54).
En 1955 toreó 36 veces (el que mas Chicuelo II que lo hizo en 68 ocasiones).
En 1956 toreó su máximo de aquella época, 55 veces, (Gregorio Sánchez 73). Se casó ese año y empezó su declive: 26 corridas en 1957, 18 en 1958, ninguna en 1959, 10 en 1960 y en 1961...ninguna en 1962 y así continúa, hasta que el Toro de Cameno en 1965 lo relanza cuando se pensaba hacer banderillero... Su bohemia no pudo con él, pero le duró poco. En 1970 desaparece de nuevo...
El gran torero que siempre ha llevado dentro lo hizo resurgir de sus cenizas en varias ocasiones, como todo el mundo conoce...

4 comentarios:

Enrique Martín dijo...

Fabad:
Se ha hablado de sus varias resurecciones, pero quizás sea porque era tan grande y tan buen torero, que a pesar de no cuidarlo como debía, era tal su don, que al final no se podía resistir a ser un grande.
Un saludo

fabad dijo...

Enrique eso es lo que quiero decir. Se mostró en su primera etapa (los huesos le restaron ocasiones). Cuando se hartaba o le venía la desgana, aguantaba el tiempo que podía vivir de las rentas y desaparecía. Cuando estaba canino y le acuciaba la necesidad, en cuanto le daban una ocasión, triunfaba por que era un torero al que no le hacía falta un rodaje. Lo tenía asimilado y si le daban cuartelillo deslumbraba...
Acuerdate que siempre ha dicho que no le gustaba torear vacas porque le quitaban el sitio y tampoco toreaba Toros a puerta cerrada para no pasar mas miedo que el justo.
Antoñete se sabía su profesión de pe a pa y no necesitaba "repasar".
Saludos.

La condesa de Estraza dijo...

Fabad: respecto a que no le gustaba torear vacas en el campo, le oí decir una vez lo siguiente o algo parecido, pero deslumbrate: "no me gusta porque le pierdo el hueco".
¡El hueco!, flipante, ¿no?

La condesa de Estraza

fabad dijo...

Había dado por perdido que me llamaras Fabad (lo habitual es Fabab).
Antoñete era un torero de los que rompían tópicos. Mantenía algunos de los tópicos del romanticismo de los toreros, pero huía de otros.
En una palabra no mentía...