sábado, 26 de marzo de 2011

La peor cara



Nos quejamos del fraude en la Fiesta y con razón. Pero hay una parte poco brillante que es lo que da importancia a esta afición casi enfermiza que nos une.
En El Ruedo, en un número de 1946 aparece este artículo sobre un espectáculo en Valdepeñas de los que no se recogen en los números especiales de fin de temporada. En él cuatro moruchos enormes y un torero que empieza Pedro Mesas, Estudiante y otro que viene de vuelta de todo: Moreno de San Bernardo. No pasó de aquella tarde y Pedro Mesas, con orgullo acabó con los cuatro.
Los antitaurinos dirán que pobres torillos, y yo digo que esto es lo que engrandece la Fiesta si sabemos entenderla.

4 comentarios:

Gil de O. dijo...

Han sido muchas las proezas de este orden a través de la historia del Toreo. Ya nos podemos imaginar, en el 45 deduzco, que no había toros en condiciones, ¿dónde y cómo estaban estos cuatro "galafates" de Pedro Hernández?
Pedro Mesas del que nunca he sabido nada, si es verdad lo de las estocadas, puertas adentro de los profesionales, sí que se sabría quién era; Moreno de San Bernardo rindió tributo; es el precio que pagan unos cuantos, y que consolidan valores de la Fiesta.
Mi particular cruzada con la raza y castas "moruchas", me mueve una vez más para salir al paso de la injusta expresión en tono denigrante del término.
A alguién del "foro" se le debió ocurrir algún día de muchas decádas atrás y ahí se ha quedado, insultando con todo desprecio a una de las razas de bovino -que ha reforzado tantas sangres- a la chita callando- de bravo; y que en la actualidad es ejemplo de ganado autóctono para el mejor aprovechamiento de los terrenos duros y asperos, terrenos estos que con su particularidad, le han venido dando caracter a muchas ganaderías gloriosas de bravo.
Creo que los términos usados en despectivo de morucha o moruchera no están aplicados por los plumas, y por consiguiente con los aficionados "leídos" correctamente.

Gil de O.

p/d algún ganadero famoso actual la ha usado en busca de pelo y pitones; y le ha resultado. Tiene mucha fuerza esa sangre.

fabad dijo...

juan josé Zaldivar en
http://www.laplazareal.net/eltoroXXII.htm,
escribe sobre la casta morucha:
"A modo de colofón o resumen de las variadas castas castellanas, es necesario dar algunos datos sobre la reses indígenas, especialmente de las provincias de Salamanca y Valladolid, cuales es la casta morucha, una de cuyas primeras ganaderías fue propietaria una condesa de Peñafiel, vecina de Villanueva de los Infantes (Valladolid), en el segundo tercio del siglo XVIII, de la que derivaron otras vacadas de la región, que para colmo de males, se cruzaron con toritos de casta navarra. Entre ellas, la de los Rodríguez, de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), a la que con tan endiablado cruce perteneció Barbudo, el estado que hirió de muerte al espada Pepe-Hillo. Tan barbudos eran que se dijo de ellos: “El toro de Bracamonte es, más que toro, bisonte.”
José Delgado no estuvo nunca de acuerdo en lidiar esos peligrosos moruchos y el espada Joaquín Rodríguez (Costillares) también los tenía vetados, especialmente a los criados por don Agustín Díaz de Castro, de Pajares de los Oteros (León), temibles por su dureza, poderío y sentido. Fue lo peor que esta raza morucha se extendiera por la vieja Castilla, existiendo todavía ganaderías de esa peligrosa estirpe en las provincias de León, Zamora, Salamanca, Valladolid, Ávila y Segovia; es decir, en casi toda Castilla la Vieja, en la hubo dos razas: la autóctona o morucha, de ejemplares grandes, duros y poderosos y la que podía localizarse al Sur de Valladolid capital, de toros más pequeños, pero al parecer mezclados con otros de casta Navarra. Mezcla explosiva para castigo de los principiantes al toreo de aquella región española, donde nació el leonés Rodríguez Zapatero..."


Siempre he oido y leido el término morucho en sentido despectivo.
Posiblemente la fuerza y dificultad para la lidia hizo que derivara en ese nombre y en ese tono. Esperemos que no pase lo mismo con todo lo que no es Domecq.

Gil de O. dijo...

Muy acertada la aportación de los párrafos de Juan José Zaldivar Ortega, de tan felices recuerdos en nuestra época estudiantil, a su paso por la facultad de Veterinaria de Córdoba; y qué bien! Que hoy vuelvo a ubicarlo, ya con cincuenta años más cada uno. Vayan mis saludos.
Efectivamente, da como uno más de los encastes básicos de la cabaña brava a la raza morucha, con sus dificulades: peligrosos y vetados; dureza, poderío y sentido; grandes, duros y poderosos; y finalizando con el término explosivo a lo que se obtenía con sus cruces.
No deja de citar al leonés que nos gobierna -es un decir lo de gobernar- y que tan leonés es, cómo la tudanca. Otra más, pero no de mi devoción.
Zaldivar está desacertado cuando habla de dos razas moruchas, ya y como mucho, podrían aplicárseles el término castas. Un lapsus del Doctor. Razas de bravo, una y sólo una. Lo demás encastes o subdivisiones de lo bravo.
Cómo anécdota, comentarles, la de veces que en el antiguo Matadero de Madrid de Legazpi, una vez que se terminaban las matanzas, que con los Jaranas, Los Pirri y los Novillo, nos hemos metido en los corrales a torear aquellas añojas -gordas como nutrias- y qué embestian de gloria bendita.
Mi presencia allí, estaba justificada, pues dificilmente no teniamos algún ganado, bien de lanar o vacuno, para sacrificar al día siguiente. He vivido mucho y disfruto contándolo. Venero lo morucho, por lo mucho bueno que sé que tiene.

Gil de O.

fabad dijo...

Juan José Zaldivar tiene mucho escrito sobre el Toro y puesto en la red. Hace unos cuantos años estuvo en la Corrala de Santiago (Residencia de invitados de la Universidad de Granada) dando una conferencia, cuyo nombre no recuerdo, que trataba sobre las técnicas que empleaba para operar Toros. En particular recuerdo su operació a un Toro con fracturas que después lo lidió Paquirri cortándole dos orejas y rabo. Lo localicé en El Ruedo, tanto la operación como la crónica de la corrida. También unas experiencias sobre "El Toro teledirigido".
Saludos.